Mi obra se caracteriza por el uso de una técnica pictórica personal que permite transmitir a mis cuadros una doble lectura o interpretación. Por un lado, la utilización del juego de contrarios (natural-artificial) crea una atmósfera tecnológica codificada con detalles vegetales que evocan un paisaje real y natural. Para enfatizar la filosofía de opuestos, en los cuadros se pueden observar unas líneas rectas amarillas que simulan lo ‘mecánico’, lo artificial, lo realizado por medios tecnológicos (reproducción en serie, industrialización, ejecución inmediata…); contrastando con la manera tan elaborada, minuciosa y rudimentaria con la que se ha realizado. Por otro lado, el uso de la línea recta permite, al mismo tiempo, crear un entramado que genera la imagen de telar o tapiz.